Sí, lo sé, me prodigo poco por aquí. Suena a excusa barata, pero estoy muy ocupada. Llevar una editorial ocupa gran parte del tiempo que paso despierta. Sin embargo Ms Landlady me ha pedido que os hable un poco de mi día a día, así que me pondré a ello. Un día de otoño como los que tenemos ahora... vamos a ver.
Cuando me levanto me suelo dar una ducha rápida para domesticar mi melena a golpe de secador. Hace algunos años me ejercitaba un poco pero acabé traicionando mi rutina para arrancarle media hora más de sueño al despertador. No me da tiempo a desayunar en casa: salgo pitando y me compro un café en la cafetería de la esquina, a pocos metros de mi oficina.
Las mañanas las dedico a reuniones estratégicas con mi equipo así como a revisar los números, la respuesta de las publicaciones en el mercado por sí solas y respecto a los competidores y todo eso. Aunque no somos una editorial grande tengo un equipo muy preparado; es un verdadero alivio saber que puedo contar con todos ellos para que las cosas sigan viento en popa. Casi todos los días se me echa encima la hora de la comida y, salvo que tenga algún compromiso previo, como una ensalada en la oficina. Sin embargo tengo una comida de negocios mensual con los directores de nuestras publicaciones que no perdono por nada del mundo.
Por las tardes toca hacer trabajo de campo. Suelo tener reuniones con patrocinadores y anunciantes diversos, así que muy a menudo me hago con otro café y voy a aquí para allá. No me duelen prendas en salir de la oficina para reunirme con quien haga falta. Por lo general no estoy en casa hasta la noche.
Una vez en casa me gusta volver a darme una ducha, esta vez más relajada; en invierno me doy un baño de vez en cuando. A continuación hago dedico media hora a meditar y finalmente ceno permitiéndome desconectar con una serie.
Como podéis ver tengo una vida de lo más corriente. Ajetreada, sin duda, pero me gusta la actividad y ante todo me gusta llevar una empresa creada por mí. Y ahora os dejo, ¡precisamente hoy tengo una cena de empresa! ¡Hasta pronto!