A Prue le costó
mucho explicar por qué era tan importante que su amigo Haruto, que llevaba una
especie de disfraz de samurai cuando le conocimos, viviera con Matt y conmigo.
Empezó a contarnos una historia rocambolesca pero se lió unas tres veces, y lo único
que acabé entendiendo fue que su amigo estaba mal de la cabeza y que su
terapeuta le había recomendado que se vistiera de japonés de época porque…
bueno, de eso tampoco me enteré, pero llegados a ese punto de la historia,
tampoco estaba seguro de querer enterarme. El caso es que yo me habría negado,
pero el dueño del ático es Matt, y entre que es un pedazo de pan y que no se
entera de la mitad de las cosas, acabó aceptando a Haruto en el tercer
dormitorio libre.
Las cosas se han
puesto bastante raras desde entonces.
Para empezar, el
tal Haruto tenía unas costumbres bastante raras, dejando aparte su estilo de
ropa, el hecho de que llevase una katana a todas partes y que no pareciese
tener ni idea del funcionamiento de… nada, en realidad. Quería preguntarle a
Prue de dónde había sacado a aquel tío (a fin de cuentas, ella fue quien le
trajo), pero de repente no la encontraba por ninguna parte, y eso que antes era
llamar al ascensor y toparme con ella. Acabé desistiendo ante el peligro
creciente de encontrarme con Synnöve, algo para lo que no estaba preparado ni
de lejos. Acabé enfrascándome personalmente en el proceso de conocer mejor a
Haruto para ayudarle a integrarse, aunque al principio me daba un poco de
miedito.
La verdad es que
la historia que me contó, de que Leah, la amiga de Prue, le había liberado de
un encantamiento que le había mantenido atrapado durante siglos, no me daba
mucha confianza. En su cordura, se entiende. Acabé asumiendo que estaba
realmente sonado, tal y como Prue había asegurado. Sin embargo, hubo una serie
de pequeños detalles que comenzaron a hacerme cambiar de opinión. Había frases,
comportamientos, costumbres, que, cuando me informé, me di cuenta de que eran
auténticamente japoneses del siglo XVII. Empecé a observarle con más
detenimiento de una manera bastante poco discreta y acabé llegando a la
conclusión de que la historia del propio Haruto tenía más consistencia que la
de Prue, aunque ésta fuese mucho más verosímil. Una vez le pillé intentando
practicar uno de sus hechizos, sin mucho éxito. Creo que eso le frustró, así
que intenté animarle enseñándole a jugar a videojuegos, que es lo que hago yo
cuando estoy de bajón. Su reacción fue sencillamente genial, tanto por la
propia tecnología en sí como por la idea de que fuesen productos japoneses. Claro
que, igual empezar con Catherine no
fue una buena idea… Nunca había visto ruborizarse tanto a un hombre adulto.
Desde que asumí
su verdadero origen, echar una mano a Haruto a adaptarse al siglo XXI está
siendo menos complicado. Sigue resultándole difícil asimilar ciertas cosas,
como que las mujeres trabajen o que los coches anden, pero está aprendiendo a
cocinar y a veces incluso hace bromas que incluyen la cultura popular. Es más,
está enganchándose peligrosamente a Cómo
conocí a vuestra madre. Mi próximo objetivo es conseguir que se vista como
una persona normal para que pueda salir a la calle sin que parezca que está
haciendo cosplay.
Hola, que historia tan interesante, si que hay personas como Matt, no conozco a ningún Haruto, y no sé qué haría, nuestra sociedad es tan cambiante, pobre, más le vale irse adaptando. Besos, haber cuando t pasas por mi blog.
ResponderEliminarmasqueunabarbie.blogspot.com
¡Gracias por tu comentario! Le echaré un vistazo ;)
EliminarHola estoy comenzando con las muñecas y con el blog y estoy curioseando diferentes blog que voy conociendo por otros y me tope con el tuyo que me parece muy original con lo que si no te importa me quedo por aqui. El mio es sobre nancy espero no te importe que sea de diferente muñecas y tema.
ResponderEliminarUn saludo.
¡Gracias por tu comentario! Es un honor que te guste mi blog, yo también visitaré el tuyo.
EliminarJajaja Pobre Haruto! Este mundo está demasiado alejado del que él conoce. Y acabará más trastornado si hace caso a los consejos de Barney.
ResponderEliminarUn saludo!!!
¡Gracias por tu comentario! Como bien dices, a Haruto todo le resulta demasiado ajeno. ¡Esperemos que se adapte poco a poco!
EliminarHola, no me extraña que Haruto tenga problemas para adaptarse a este siglo. Los avances son muy rápidos. Seguimos en contacto
ResponderEliminar¡Gracias por tu comentario! Tienes toda la razón... pero creo que acabará consiguiéndolo ;)
Eliminarjajajajajajaja, buenísima historia!! Me supongo quien es Haruto, de hecho creo que tengo una copia suya danzando por mi estantería desde el pasado verano, esperando que le haga una presentación decente junto con su preciosa pareja. Así que parece que el encantamiento de Leah ha sido bastante fuerte jejeje. De nuevo mis felicitaciones, siempre disfruto muchísimo leyendo tus historias, son geniales! Besitos!
ResponderEliminar¡Gracias por tu comentario! Olvidé añadir la presentación de Haruto a la columna de la izquierda, pero gracias a tu apunte lo haré. ¡Estoy deseando leer lo que nos cuentas de tu Ken Japan!
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