sábado, 31 de marzo de 2012

Happy birthday Mr. Silverman


Cualquiera que pase por delante se llevará la impresión de que vivimos de fiesta en fiesta. Sí, hoy tenemos otra. Sólo que esta vez, el que la organiza no es otro que Matt, con un motivo muy especial: es su cumpleaños.

La verdad es que, desde que tenemos hombres en el edificio, la vida es muy diferente para todas nosotras. Para empezar, ninguna baja la basura con esos pantalones de pijama a cuadros y esa camiseta cutre con estampado de algún bar. No es que yo lo hiciera, pero me sé de una o dos que han cambiado sus hábitos a la hora de comportarse en el edificio… e incluso de rondar a los vecinos. Lamentablemente, he estado demasiado ocupada promocionando una línea de maquillaje para meter baza, pero estoy dispuesta a demostrar que no me quedo atrás. Y el momento perfecto para hacerlo es la fiesta de Matt.
Me explicaré: Evan es demasiado yogurín para mí; en cambio, Matt es perfecto y además está saliendo con mi prima Alyssa. Seguramente eso os parecerá un inconveniente, pero no para mí. No soy una robanovios vocacional, pero ese Matt es especial, una verdadera joya. Y si además fastidio a Alyssa en el proceso, estoy dispuesta a demostrarles a esas principiantes de lo que es capaz Pamela JohanneBolton.
Pero el juego de la seducción requiere dar unos pasos muy precisos. Otras quizá se arreglarían especialmente para la ocasión, pero yo no tengo que hacer ese esfuerzo. Con vestir con un poco de estilo y los complementos adecuados estaré perfecta.


La presencia es fundamental. Pero la entrada lo es mucho más, por eso llegaré calculadamente tarde, cuando ya estén todas allí. Tuve que insistir mucho a Savannah para que aceptase llegar antes que yo, ya que pretendía que fuésemos juntas, pero necesito que su mirada se fije exclusivamente en mí. Por suerte Savannah, que sigue de vacaciones de hombres, acepta no hacerme sombra en la fiesta, y además de ser mi mejor amiga, es la que única que puede llegar a hacerme sombra. Por eso viste bastante discreta, cosa que le agradezco:


Lo primero que hago es dirigirme hacia Matt. Esbozo una sonrisa y le tiendo una bolsa de una joyería muy cara del centro de Londres.
—Feliz cumpleaños, Matt —le felicito.
—Vaya, gracias, Pam —él esboza una sonrisa y saca de la bolsa una caja alargada—. No hacía falta que me compraras nada, en serio.
—Lo sé, pero los cumpleaños no son lo mismo sin regalos, ¿no te parece?
Él ríe, y yo reafirmo mi sonrisa sin apartar los ojos de él. Alyssa no se despega de su lado y me figuro que debe estar lanzándome una mirada furibunda. Cuando abre la caja, saca de ella un Rolex de acero que le deja boquiabierto. Punto para Pam.
—Vaya —balbucea—. Es justo el modelo que quería, Pam. Muchas gracias.
—¿Ah, sí? Fue el que más me gustó cuando los estuve viendo —es mi respuesta. Es mentira, claro. He investigado un poco. Generalmente es a las mujeres a las que se nos agasaja con regalos, pero a veces me gusta invertir los roles por pura diversión.
—Lo llevaré a mi cuarto —dice. Parece genuinamente complacido. Ahora sí que espero que Alyssa se cabree, y me cuesta contener una carcajada mientras lo pienso.
—Iré contigo —dice ella, y por primera vez nuestras miradas se cruzan. En la suya hay una especie de advertencia que me voy a divertir mucho desafiando.
—Sírvete lo que quieras, Pam —dice Matt—. Como si estuvieras en tu casa.
Oh, muchacho, no sabes lo al pie de la letra que voy a tomarme eso.



3 comentarios:

  1. Hola: felicidades a Matt. La Barbie del evstido verde es preciosa. Ambas lleva unos estilismos ideales para la fiesta. Te felicito por el texto. Como siempre muy bien redactado y unos diálogos vibrantes. Seguimos en contacto

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  2. Si es que la cosa cada vez se pone más candente! Cómo no teníamos bastante con el triángulo (o cuadrado, si incluimos las dobles personalidades) amoroso de Evan, aquí llega Pam para crear otro con Matt. Desde luego que va vestida para matar. Aunque (y sobre esto guárdame el secreto) en mi opinión Savanah con su estilo más informal podría haber brillado más si quisiera. Es un bellezón impresionante. Besitos!

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  3. Gracias a las dos! Bueno, ¿qué gracia tiene que haya chicos en casa si no hay peleas por ellos? Desde luego, Savannah es una de mis preferidas, Rossetti, pero ella no quiere saber nada de los hombres... al menos durante una buena temporada. Si se hubiese propuesto deslumbrar, créeme, lo habría logrado.

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