No sé si lo he comentado en alguna entrada de esta sección, pero aunque soy muy paciente con los demás conmigo misma no lo soy en absoluto, uno de mis grandes defectos. Quizá sea por eso que he tirado un poco la toalla con la costura: como no consigo resultados impresionantes con poca práctica, lo voy dejando. Sin embargo este sábado me sentí con muchísimas ganas de coser, así, sin provocación ni cada, y de repente decidí: 1. que iba a coser una blusa y 2. que los patrones son para cobardes. Para mi sorpresa el resultado ha sido menos desastroso de lo que vaticinaba para mí misma durante mi escarceo con hilo y aguja. Y no sólo no es desastroso, sino que además, ¡es reversible!
Bueno, supongo que podría argumentarse que en esencia toda prenda de ropa es reversible si te da igual llevarla del revés, pero tengo tan poco habilidad, dejadme soñar.
El modelo que se suponía debía resultar era, más o menos, el de la izquierda. Pretendía emular una blusa para personas que había visto en Instagram, así que teniendo en cuenta que a) la tela es completamente diferente y b) insisto, me puse a cortar tela sin patrones ni nada, me parece que no está tan mal, ¿no?
Por supuesto, he aprovechado para componer un par de conjuntos para lucir las dos versiones de la blusa. La primera la luce Niko:
La verdad es que la primera modelo era otra, pero mientras componía el conjunto me di cuenta de que tono de labios de Niko es perfecto para esa blusa. Hace muchos años alguien que ya no forma parte de mi vida me dijo que el verde y el rosa no conjuntan bien. A mí, sin embargo, me parece que quedan fenomenal juntos, aunque por supuesto depende de las tonalidades. Esta tela tiene uno de mis estampados preferidos y sus tonos van perfectos juntos.
El conjunto se completa con falda Playline, zapatos, bolso y una pulsera Collector, y otra pulsera hecha a mano. Resulta un modelo de lo más sencillo, ¿no?
Bobbi lleva la segunda versión de la blusa. La combina con vaqueros, bolso y gafas de sol Collector, zapatos Integrity Toys y colgante hecho a mano.
Esta sesión de fotos me ha hecho darme cuenta de dos cosas: la primera es que Bobbi es una de esas muñecas que por muy guapas que sean en la mano no quedan tan bien en foto, o quizá es que yo no soy tan buena fotógrafa. La segunda es que necesita un cuerpo articulado cuanto antes. El problema es que soy extremadamente tiquismiquis con los tonos de piel (¿no lo somos todos los coleccionistas?) y aunque los cuerpos de IT son más fáciles de conseguir que los pivotales descabezados de Barbie Collector, los tonos de piel no siempre son fáciles de combinar entre las dos marcas. Y como quiero que siga entrando en esos vaqueros tan monos con los que llegó a mis manos, el Made To Move queda descartado.
No me rendiré, acabaré consiguiendo darle a Bobbi el cuerpo que merece. Pero mientras tanto voy a disfrutar de mi nueva blusa cosida a mano, que tan a lo loco hice. Pocas veces me doy alegrones de este calibre a mí misma, ¡a pasarlo bien!
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