Al ir viendo los diferentes correos electrónicos en los sucesivos días de la convención y al comprobar el protagonismo que tiene Poppy Parker en la misma decidí dividir las entradas para poder dedicarle una en exclusiva. Como bien sabemos Poppy Parker es una de las líneas que más amor despierta entre los coleccionistas de IT, y me incluyo aunque no tengo esa pasión ciega que parece invadir a muchos miembros de tan destacado club. Este año se cumple el décimo aniversario de la llegada de Poppy Parker al mundo y IT decidió usar esta convención para resarcirse de la colección tan reducida que sacó este año. Como en la entrada anterior, los problemas de producción se notan en la escasa originalidad de las piezas presentadas. Vayamos poco a poco.
El Style Lab de la convención de 2019 se llama Poppy Parker... She's A Real Doll! y juega con la idea de que Poppy es una persona real a cuya imagen se ha creado una muñeca con modelos que "recuerdan" los que ya ha lucido. Con esta idea se presentaron seis muñecas ataviadas con simples bañadores de color rosa, seis conjuntos completos, otros seis que constan sólo de vestido y medias y dos sets de complementos.
Las muñecas son las siguientes:
Kicky es mi favorita absoluta. Pelo cortito y rubio muy claro, ojos azules y maquillaje muy suave.
Groovy tiene un tono de pelo que tira un pelín hacia el pelirrojo y lo lleva peinado en dos coletas. jos verdes y maquillaje también neutro.
Keen es esa Poppy pelirroja que nunca falta. Con ojos también verdosos y maquillaje suave. Su tono de piel es FR White, no Japan.
Cool tiene una melena castaña-rubia muy natural y ojos marrones. Otra de las más bonitas de la línea, para mí.
Fab lleva un rollo muy Elizabeth Taylor con el pelo negro y los labios rojos.
Far Out demarca otra de las nuevas tendencias en las colecciones de Poppy, es decir, una Poppy AA. En este caso no me parece extraordinaria, el pelo que lleva es muy lacio, de un tono castaño medio rojizo que parece poco natural en mi opinión.
A continuación veamos los conjuntos completos, que se venden por separado:
Lime Time consiste en vestido, abrigo, medias, zapatos y joyas (pendientes, pulsera y anillo). La combinación de colores es muy bonita pero no es del todo mi estilo.
Cuando vi la primera foto de Beauty Blossoms me pareció un horror, pero cuanto más lo miro más posibilidades le veo. Lo componen vestido, sandalias, sombrero, gafas de sol y pendientes.
Sparkle Spotlight es un vestido muy Poppy. Me gusta el color, sobre todo en combinación con el peinado de esa Poppy en particular. Compuesto por vestido, zapatos, estola y joyas (pendientes, anillo y broche.
Coco Puffs es, indiscutiblemente, el mejor traje de la colección. Me encantaría hacerme con él. Compuesto de una prenda que no sé si es vestido completo o camisa con pichi y cinturón, medias, zapatos, sombrero, gafas de sol, pendientes y anillo. Amor absoluto.
Cherry Pop es donde se nos acabó el amor, más que nada porque el conjunto en sí es básicamente el que llevaba Poppy Positively Plaid pero con un par de accesorios cambiados (bolso y colgante por gafas) y distinto color. Por lo menos el estampado de falda, gorra y poncho es diferente.
Lo mismo sucede con Styled Wild: es una variación en colores del conjunto que llevaba otra Poppy de 2017, concretamente otra AA: Hold That Tiger!
Pasemos a ver qué nos deparan los mini-conjuntos de ropa:
Licorice es un vestido con estampado de rombos en distintos tonos de gris. La silueta, como pasa en todos estos mini-conjuntos, se corresponde a la de modelos de Poppy ya vistos. Esta me gusta bastante.
Negative Space tiene un rollo especialmente sesentero con esa franja de piel en la parte inferior. No me dice mucho.
Color Blocks repite la forma de un vestido especialmente reciente; la primera referencia automática a la colección City Sweetheart del año pasado. Es resultón.
Kitty Kat es el que menos me gusta, en principio porque el animal print no me va, pero además es que el que se lleven rosa y rojo juntos después de toda una vida oyendo aquello de "rosa con rojo, patada en el ojo", es algo que estoy tratando de superar.
Swirly Girl es una monada. No se me ocurre qué más decir.
Y en cambio Seeing Spots me deja bastante fría.
El pack de accesorios Heads Up contiene dos cabezas extra y accesorios para el pelo, sobre todo postizos para la cabeza pelirroja. Este set me confunde porque a ninguna de las Poppies del Style Lab se les puede cambiar la cabeza, así que me figuro que es para que quienes ya tienen otras a las que sí se vuelvan locos. Algo me dice que este set va a ser muy valorado en eBay para quien tenga unos cuantos cuerpos de sobra por ahí.
El segundo set de accesorios, Boots 'n Baubles, incluye dos pares de zapatos, unas botas, dos pares de pendientes, dos pulseras, un anillo y un bolso cuyo estampado coincide con el del vestido de Swirly Girl.
En resumen, un buen montón de razones para que a los fans fatales de Poppy Parker se les haga la boca agua. No sería su única aparición, ya que el segundo día se celebró el almuerzo del décimo aniversario de Poppy Parker. Como en los otros almuerzos y cenas mencionados en mi entrada anterior, hubo una muñeca centro de mesa y otra de regalo a los asistentes. Ambas son versiones en colores diferentes de muñecas anteriores, esta vez de la excepcional colección de 2016, The Bon Bon Collection.
Love Is Blue es una versión en azul y con el pelo más oscuro de Miss Amour:
Pero en vez de la botellita de perfume lleva un bolsito.
Al llegar a Pink Powder Puff en IT se les había acabado las ideas para renombrar muñecas tan poco imaginativas. Es decir, esta es una versión en rubia y de rosa de... ¿adivináis? Powder Puff.
¿Sabéis en qué me hacen pensar estas muñecas? En esto:
No han sido las voces que se han alzado contra el tema del reciclaje de los diseños por mucho que David Buttry haya defendido la decisión con la excusa de que él es muy old school y le hace gracia. Pueden atenerse a la excusa de los problemas de producción para hacer colecciones pequeñas, pero la falta de originalidad, que huele a pereza y a "comprarán lo que les demos". Y por desgracia no les falta razón: esas muñecas con bañadores rosas y nada más están a la venta en las webs de los dealers con precios que rondan los doscientos cincuenta euros cada una. Es un abuso y una vergüenza, pero la culpa es nuestra, que lo pagamos porque la locura de Poppy nos deja a todos locos. No me lo puedo sacar de la cabeza, ¡doscientos cincuenta euros! A ver, los muñecos de la colección NU.Face Essentials de este mismo año, que iban en ropa interior pero llevaban además zapatos y al menos uno o dos accesorios sencillos, costaban noventa y nueve dólares cada uno.
Si los coleccionistas tuviésemos algo de amor propio les haríamos el boicot no comprando esas Poppies, pero, ¿a quién queremos engañar? Los coleccionistas tenemos menos amor propio que amor por esas dulces, dulces muñecas. Eso sí, espero que IT se luzca con Poppy el año que viene, porque de lo contrario van a empezar a perder adeptos. Por lo menos los que tenemos (todavía) la cabeza sobre los hombros.
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